miércoles, 23 de marzo de 2011

Solos por la calle, sin que nadie supiera de nosotros. Venías a buscarme, yo tiraba de los cordones de tu capucha. Tú sonríes.
Me comprendías, me comprendes. Te comprendo, siempre lo hice, y siempre lo hago.
Nos encanta pasear juntos y reírnos de lo más insignificante.
Solo tú y yo sabemos lo que ocurre y eso es lo que le aporta vida al aire que compartimos cuando estamos juntos.
Nos da igual que el sol pueda quemarnos, nosotros seguiremos mirándole fijamente.
Dependemos de la suerte y del azar, de lo que pueda pasar, como el resto del mundo.
Hablamos de ciudades, del amor, de gente, de música, de sexo, de errores y aciertos. Hablamos de todo y nada nos puede parar una vez que hemos arrancado… porque aún nos queda demasiado que compartir.
Podría contar uno a uno todos los momentos inolvidables que paso junto a ti, pero se me iría el resto de  mi tiempo en ello y prefiero disfrutarlo respirando el aire que tú respiras.