jueves, 6 de enero de 2011

Me_

Y esta soy yo. No juzguen por las apariencias, engañan. Siempre fui la niña perfecta. Siempre peinada y vestida como una muñeca a la que cualquiera podía mover a su antojo, como si de una manejable marioneta se tratase. Y me cansé. Todo eso solo es ahora un disfraz, una farsa. Si arañan un poco la superficie, podrán ver lo que esconde este bonito caparazón: una rebelde. Una niña que ahora maneja a otros. Estoy harta de ser complaciente y manipulable. Adiós a la muñequita de porcelana que un simple golpe podía romperla. Ahora soy fuerte. Tiembla Nueva York.