
Y querer estar contigo ya cuando acabo de subirme al bus. Y seguirte siempre por la ventana hasta perderte entre la multitud. Sonreír al pensar que no es un sueño. Y desear que nunca acabe. Y no conocerme cuando estoy contigo. Y no pensar en ni un sólo momento del día en otra cosa que en ti. Y en cuanto quedará para volver a verte. Y no querer pensar en otra cosa.
Sonreír sin que nadie sepa por qué. Sólo tú y yo. Y nunca haber querido tener a alguien tan cerca. Sentir tu piel en mis manos. Oler tu pelo en los mios. Saborear tus labios. Hacer que cada beso dure demasiado. No separarnos nunca. Pero que nunca no sea bastante.
Las mariposas de estoy a punto de verte. Las largas horas de espera que ciertamente son minutos. Odio la palabra adiós. Y que los días tengan 24 horas más para pasarlas contigo. Y 26 más para soñar contigo.