sábado, 28 de julio de 2012

Siento el frío en mis piernas. El resto del cuerpo no lo noto. Me meto los dedos en la garganta y me provoco una arcada. Siento como se me encoge el estómago y me empieza a dar vueltas la cabeza. Me encuentro fatal. No es ninguna sensación nueva. Estoy acostumbrada. Otra vez. Me levanto del suelo. Necesito sujetarme. No puedo con mi cuerpo. Estoy mareada. Tiro de la cadena y me siento en la taza del váter. Llevo mucho tiempo preguntándome por qué empecé a hacer esto. Siempre encuentro la respuesta. Después de pasarlo mal durante unos segundos me siento mejor conmigo misma. Sí, eso es.