sábado, 28 de julio de 2012

 Dicen que querer es poder, y a mí me encantaría poder demostrarlo, sin embargo he descubierto al cabo de 14 largos años, que no soy luchadora, que me gusta que luchen por mí, que soy orgullosa a más no poder, que me faltan malas rachas para aprender a querer, tengo días de caprichos y otros días de retos, hoy por hoy nada más, nada fuera de lo normal. Nunca muestro mis sentimientos antes que la otra persona, nunca doy más de lo que me dan, y ante todo, nunca soy yo la que va detrás de él. Aunque hay que reconocerlo, me encanta picarle. En la vida se va a enterar de que me encantan sus ojos, y aunque me preguntes, para nada te quiero, no soy de las chicas que se enamoran con facilidad. Olvídate de recibir mensajes bonitos sin que me hayas enviado uno antes, o de que yo tenga la iniciativa en algún momento, bueno lo de la iniciativa déjame pensármelo, también soy indecisa. No quiero que luches por mí solo cuando veas competencia, si es así, déjalo. Tampoco pido que me mandes rosas, regalos caros, perfumes... no quiero nada de eso. Quiero que me veas y me abraces delante del mundo entero, que aunque llevemos nuestro amor en secreto, me veas bailar con otro y me des un beso para marcar territorio, que a tus amigos no les haga falta que les cuentes que estás enamorándote, ni tampoco de quien, quiero que me veas, te miren a los ojos y se rían de ti por saber lo que hay. Que te moleste si me voy de tu cama antes de que te despiertes. Que te cabrees, me llames y me preguntes ¿porque me he ido? sin despedirme, y yo entre risas te conteste que intenté despertarte, pero me encanta verte dormido. Pero acuérdate, no soy de las que luchan, soy de las que da de mi todo lo que puede, pero teniendo algo a cambio, tenlo en cuenta.