martes, 3 de mayo de 2011

Me encantan esos días en los que el tiempo está loco, en los que, con frecuencia las nubes le ganan el pulso al sol, en los que cielo pasa de estar feliz a llorar en cuestión de segundos, en los que se disfruta dos estaciones del año en un mismo día, en los que sales con un paraguas de casa porque parece que va llover y llegas con el en la mano y la sudadera reliada o cuando sales a cuerpo porque el día está contento y llegas empapada de sus lágrimas. Me encanta tener la sensación de que cada día es único, de tener mil motivos para sonreír y de tener las cosas clarísimas y de pronto liarte tanto que ni tú misma eres capaz de entenderte. Me encanta tener dieciséis años, tener las hormonas y la cabeza revueltas, equivocarme, dar marcha atrás, perderme por el camino. Me encanta ser feliz.