sábado, 19 de febrero de 2011

Me gusta saltarme las normas, hacer lo contrario de lo que me aconsejan, tirarme de cabeza, acelerar a fondo; lo lógico me aburre, lo perfecto me agobia, las ataduras me oprimen y lo rutinario me cansa. Y él puede ser cualquier cosa menos perfecto, porque el riesgo está siempre asegurado, porque es impredecible, diferente y sobretodo porque siempre consigues sacarme una sonrisa