martes, 11 de enero de 2011

Ella le observaba de lejos, desde kas sombras su mayor anhelo era que él dirigiera sus ojos a su persona, que se diera cuenta que ella estaba ahí y que esperaba un día hacia él y preguntarle su nombre. Pero su timidez se lo impedíay ahí es donde tenía el mayor problema. Sin embargo, sus amigas se habían ofrecido ayuda, mas no aceptó. Dejó que los días psaran y aquel sentimiento tomara posesión de su corazón, a tal punto de ir llenado su mente y nublando sus sentirdos. 
Pero los milagos existen o tal vez el destino hizo su jugada maestra,... ella no sabía cual de las razones que pasaba por su mente era la acertada para explicarl por qué de los acontecimientos, no obstante, no quería pensar tampoco en éllo, ya que lo primordial era el momento, aquellos minutos y segundos que corriando veloces ¡él la miraba!, si, a ella, a la chica de las sombras. Desde el otro lado del bandejón estaba sentado junto a sus amigos mirándola fijamente y cuando ella se mordió el labio de emoción y vergüenza al ser observada, él sonrió de forma afable y tierna. 
Era un cambio, un avance... el primero de todos.